Acunarte

Descansa ahora entre la paz de los árboles y la frescura de la hierba que te mece con su serena ternura.

Para tus pies y toca con ellos el sagrado suelo que te nutre y que te regala vida incesante y eterna.

Toca con tus manos el centro perfecto del corazón que late armónicamente en tu pecho, mientras sientes la energía de amor puro que recorre cada parte de tu cuerpo.

Detén tu mente y duerme en el regazo de la calma que te envuelve, que te acaricia y te mima con dulzura, que te cuida y que te protege.

Sueña con colores brillantes y con presentes llenos de alegría perfecta, mientras el Dios de la armonía te rodea con un precioso manto de bondades y felicidad plena.

Reposa en tu propia luz que te acuna, que te llena de las más bellas esperanzas, y te ofrece el regalo de futuros blancos que ya han llegado a ser una certeza.