El Alma se conmueve ante las puestas de sol y los amaneceres, con sus destellos de luz y color, con sus juegos en el cielo.
Nubes, vientos y estrellas nacientes bailan y se mezclan junto al sol con infinitos tonos y matices, formando preciosos lienzos celestiales.
Paz, serenidad y calma en cada ocaso, como hermosos regalos para el Espíritu... La vida mostrando su infinidad de detalles, desplegando sus hermosas alas de colores y caricias…
Deliciosos paseos entre brisas y chispas de luz … Largas caminatas de compañeros y amigos, entre aromas y sabores de insospechados atardeceres…
La vida se muestra suave en las montañas y los valles, en los pequeños senderos y en los arroyos, ríos y lagos.
Amaneceres.. atardeceres de dulce tránsito… Hermosos y suaves abrazos entre la día y la noche, como amantes que se besan y acarician sin prisas, sintiendo el Alma en cada luna y en cada sol…
Pasea tus atardeceres en calma, serenamente, con pasos tranquilos, y saborea el momento del cambio, cada latido de vida en transformación.
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