Mira con atención el mágico dibujo de un niño pequeño y conecta con la sabiduría que emana de todo lo auténtico.
Atrévete a dibujar el mejor cuadro en tu vida, con trazos suaves y firmes, con formas y colores que reflejen tu ser verdadero.
Eres pintor de preciosos paisajes y fantásticos sueños, cuando dibujas con el corazón desnudo y tus brazos abiertos.
Imagina lo imposible y todo tus mejores deseos, y desde tu mirada limpia y clara crea el más bello de los lienzos.
Construye cada día, cada acontecimiento, mientras disfrutas del eterno presente, de este precioso instante sin tiempo.
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