Siente la quietud cuando caminas suave y despacio, acariciando la tierra con tus pasos.
Escucha el dulce canto del corazón mientras palpita con perfecta armonía en tu pecho.
Observa con tus hermosos ojos en calma, apreciando cada instante de vida que el Universo te regala.
Ama la infinita paz de tus manos, cuando acarician, cuando trabajan y cuando bailan.
Aprecia el fluir de tu ser en todas las mañana, en todas tus noches y en cada hermoso atardecer.
Es la inmensa paz que todo lo llena cuando te permites descansar y simplemente ser.
Hermosa reflexión