La existencia se hace diferente cuando fluimos con todo lo que acontece.
En la naturaleza encontramos muchos ejemplos en los que la vida fluye sin oponer resistencia. Observa los árboles que se mueven y fluyen con el viento, con la lluvia o el sol, adaptándose a cada circunstancia sin ninguna queja y ofreciendo preciosos frutos. También puedes contemplar el fluir del agua en nuestra Tierra, sorteando obstáculos, aceptando sus procesos en perfecta armonía.
Nosotros también podemos fluir en nuestros caminos y procesos con la vida. No se trata de quedarse quieto, sino de aceptar y adaptarse a las circunstancias en cada momento.
Hay muchas cosas que podemos cambiar, sobre todo en nuestro interior, pero otras no dependen de nuestro control y si fluimos con ellas podemos sentirnos mejor.
De nada vale quejarse cuando no estamos contentos con un día de lluvia. Somos libres de quejarnos por ello pero no conseguimos nada más que sentirnos mal. También tenemos la opción de aceptarlo y hacer lo que podamos en esas circunstancias. Seguro que en este caso nos sentimos mejor. Siempre somos libres de elegir.
Lo mismo ocurre con cualquier proceso de nuestra vida que esté más allá de lo que podemos controlar o cambiar. La aceptación es la respuesta y a partir de ahí hacer lo que nos sea posible.
Se trata de intentar sentirnos bien. Todos somos libres de trabajar y luchar por aquello que consideremos oportuno, y no hay nada malo en ello. Somos creadores de la realidad que experimentamos. Pero en muchas ocasiones la vida y las circunstancias se escapan de nuestro control y esa lucha sin sentido nos crea mucha frustración y malestar. Cada uno elige sus tareas y sus batallas.
La libertad es uno de nuestros principales valores, pero podemos pensar si algunas luchas innecesarias merecen nuestra energía y atención, sobre todo si lo que deseamos es ser felices.
Fluir y aceptar nos ayuda con todo esto. En cualquier caso, tú siempre eliges.
También puedes fluir con tus procesos y cambios internos. Es importante aceptarte tal como eres y aceptar el momento de tu camino y de tu evolución en el que te encuentras. Sé paciente contigo porque cada proceso necesita su tiempo y sus formas.
Observa que cada planta crece a su ritmo y no fuerza nada, sino que fluye con su naturaleza en un equilibrio perfecto. Puedes fluir con la vida. Es tu elección.
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