Le encantaba abrazar árboles, pasear senderos y mirar profundamente a la Luna.
Era sencilla y amable, tierna y a la vez fuerte como las hojas, las
ramas y las espigas.
Gustaba de bailar y correr como la lluvia, como las nubes y como la brisa.
Disfrutaba caminando las planicies y las colinas, susurrando canciones de amor cada noche
y cada día.
Era la energía del Universo... Era la vida pura.
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