El sentir te acerca a tu Ser, a tu Alma. La vida se muestra diferente cuando detienes tu mente y prestas atención a lo que sientes.
Puedes observar lo que sientes en tu cuerpo o en tus emociones y sentimientos. La vida es más hermosa e intensa cuando sientes desde el corazón.
Contempla lo que sientes al acariciar a alguien, al mirar el cielo estrellado o los colores de una pequeña flor. Con todo esto tu mente descansa y se activa la paz y el Amor en tu Ser.
Sentir cosas hermosas y agradables en tu interior es la señal de ir por el camino adecuado, por el sendero que desea tu Alma. Cualquier actividad que te proporcione bienestar, alegría, paz o felicidad está alineada con tu Ser y así podrás reconocer el mejor de tus caminos.
Cuando te sientas mal, escucha las señales que tu Alma te envía para indicarte lo que es necesario cambiar en ti. Observa tu interior y tu sentir para discernir lo que te conviene hacer. Tu corazón te guía.
Observa lo que sientes en tu corazón y en tu pecho ante cualquier situación. Escucha desde ahí para conocer lo que anhelas. Es el centro de tu Ser.
Sentir te conecta con la vida y con lo infinito. Siente las cosas sencillas que se te ofrecen en cada momento.
No es necesario realizar grandes cosas para conectarte con tu sentir. Es suficiente prestar atención en cada instante a lo que tengas a tu alrededor, o dentro de ti. Hay infinidad de pequeñas cosas que pueden acariciar tu corazón.
Cada detalle y cada gesto te invitan a conectar con tu corazón y con tu Alma. Observa con atención suave y amorosa. Tu corazón físico late y tiene una poderosa energía para tu cuerpo y para todo tu Ser. Presta atención a sus latidos y siéntelo.
Es la puerta de tu Alma
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