En medio del ruido diario detén tus pasos por unos instantes para sentirte y escucharte.
Presta atención plena a los mensajes y susurros que te muestra tu ser más luminoso desde la quietud que te invita a comprenderte y aceptarte.
Escucha el latido poderoso de la vida que recorre tu cuerpo y conecta con la claridad de una mente en calma, mientras caminas en silencio cualquier bella tarde.
Te llaman la paz de tu Alma y la alegría de tu corazón para ofrecerte mil regalos... y para abrazarte.
Oye el canto de tu propio brillo que brota en cada célula, en cada partícula, en cada emoción, reclamando que te cuides y que te ames.
Comments