Por un momento presta atención con cariño a tus manos y siente la mágica energía que en ellas habita.
Muévelas suavemente, y con tu intención pon en cada ser tus mejores caricias.
Son portadoras de brillos sutiles y expanden tu luz dulcemente, llenando de paz toda la vida.
Regala con ellas tu amor infinito y reparte semillas en cada espacio donde caminas.
Ábrelas a la abundancia plena del universo para recibir en cada instante todo aquello que necesitas.
Que bonito, lo primero en que me fijo de una persona es en sus manos. Un saludo