Saborea cada momento en tu camino y no tengas prisa, observando con detenimiento todo lo que te rodea, todos los seres que te acompañan.
Hay multitud de pedazos de vida para disfrutar suavemente, andando despacio en cada situación y en cada experiencia.
Párate y presta atención a los hermosos regalos que te acompañan. Siempre caminas hacia ti mismo… No tengas prisa.
Siente en tu interior el trascurrir infinito del Universo, el movimiento perfecto que rige cada acontecimiento de la vida.
No corras porque siempre es aquí y ahora.
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